Allí permanecieron confinados durante más de un año, barcos y tripulaciónes, en unas condiciones muy duras y bajo una gran incertidumbre ante unas conversaciones de paz que se eternizaban.
Creyendo que las conversaciones habían fracasado y que sus barcos podían ser utilizados contra Alemania si se reanudaban las hostilidades el almirante Ludwig Von Reuter dió la orden de hundir la flota.
52 embarcaciones, desde grandes acorazados y cruceros a destructores y torpederos tardaron unas horas en irse irremisiblemente al fondo durante la mañana del 21 de junio de 1919.
Muchos de estos barcos fueron rescatados por el ingeniero Ernest Cox, "El hombre que compró una Flota", en la, hasta hoy, operación de recuperación más grande de la historia naval.
En el fondo del Flow descansan siete grandes barcos de la flota alemana: los acorazados Markgraf, König, y Kronnprinz Wilhem y los cruceros Cöln, Karlsruhe, Brummer y Dresden.
Pecio del Tabarka |
En los estrechos entre islas que abren el Flow al mar, inumerables pecios hundidos durante ambas guerras mundiales hacen de barreras para proteger el fondeadero.
Este septiembre Carlos y yo hemos buceado en los pecios alemanes, en el F2, el YC21 y en algunos de los de las barreras, entre los que me gustaría destacar al maravilloso monumento que es el Tabarka.
En breve montaré y publicaré en este blog unos videos de esta extraordinaria experiencia de buceo en aguas frías. Sirva como muestra esta imagen extraida de uno de los clips de video tomados en el Tabarka.
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