Es un charquito, detrás, un mundo |
Nuestro destino de hoy es el Cenote Chan Hol, al lado de la carretera federal, un poco más allá de Tulún, a noventa kilómetros de Playa. Es una pequeña charca de tres por tres metros y unos ochenta centímetros de profundidad, del tamaño de una bañera grande. Al no haber caverna, la línea de cueva llega hasta la superficie, por lo que no es necesario montar el primario.
La entrada de hace por una pequeña grieta que hay en la pared del fondo. Es imposible imaginar lo que se esconde detrás de esa pequeña abertura.
Plan de Buceo |
Se baja una pendiente de unos 5m. y se llega a una pequeña sala con dos entradas marcadas por una T en la que tomamos el ramal izdo. señalando nuestra salida con una cookie. A partir de ahí avanzamos por un sinuoso tubo no muy grande y muy bonito de bucear que nos conduce a otra T, que también tomamos a la izda. y que nos permite acceder a la línea principal, en la que se alternan tubos y salas decoradas.
Pronto hacemos un salto a la derecha y entramos en la parte estrella de la inmersión, con hermosas salas profusamente decoradas con bosques de columnas y formas fantasmagóricas. Una de las salas presenta restos de ocupación humana, con una hoguera (todavía hay trozos de carbón) en el hueco de una amplia estalagmita rota por su base y unos restos humanos que han sido trasladados al Museo Nacional. Los restos estaban lejos de la línea, en una gran repisa y tendemos un spool para llegar hasta el sitio. Un conjunto realmente excepcional.
Foto Thierry Minet |
Otro salto a la derecha nos devuelve a la línea principal por la que avanzamos en una sucesión de tubos y salas hasta alcanzar los dos tercios, 140 bares, nuestra presión de retorno.
Ya de vuelta, llegamos a la primera T, a 5 m. de la salida, con 100 Bares, lo que nos permite planear una penetración de 20 bares por la otra línea. Un salto próximo nos coloca sobre la Mr. Fury Balls (Don pelotas furiosas), curioso nombre para un recorrido bastante ratonero entre estalactitas y columnas, muy bonito y divertido de hacer. Calculamos sólo 20 bares por si levantábamos sedimento y la vuelta se hacía con poca visi y más lenta. Llegamos al fin de la línea y volvimos sin levantar nada.
Este segundo tramo, a pesar de ser cortito, es superespectacular por la decoración y por lo divertido que es de bucear. Es muy adecuado para SM, pues, con botellas a la espalda, hay sitios en los que sería muy difícil pasar sin revolver el fondo, que es de polvo muy fino. entrar y salir nos lleva 45 minutos.
A la salida, mientras hacemos la parada de seguridad, aprovechamos para ver unas vasijas mayas, huesos (incluido un cráneo de mono) y fragmentos cerámicos que aparecieron esparcidos por el fondo de la sala y que se colocaron en una repisa, en un lateral de la sala, para evitar que se dañaran.
Una inmersión preciosa y divertida que duró dos horas y cuarto. Super. Después una visita a Protec-Tulun, para recoger dos botellas y de paso ver la tienda y al chiringuito a por la cochinita pibil, que por cierto, está buenísima.
Mañana toca descanso. La verdad es que, ya enralado, seguiría buceando, pero sé que mi cuerpo me lo agradecerá. Está haciendo muy buen tiempo, así que el plan es ir a la playa, que para eso esto es el Caribe. Tendré que comprar protector solar...
El lunes más cueva y el martes Cozumel, a ver pececitos de colores y a probar el SideMount con una sola botella, algo que puede resultar muy útil en Las Palmas.
Como diría Wyoming, mañana más, pero no mejor, porque es imposible.
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