viernes, 20 de abril de 2012

Cuarto día de Buceo. Cenote Taj Maha . 19 Abril 2012

Recogida, tacos y bodega. Hoy sólo hubo que montar el collarín de la segunda etapa izquierda con un bungie más largo. Todo lo demás parece estar ya bien afinado. Compresora y al cenote Taj Maha, uno bastante popular para buceo en cavernas.

Hoy todo va ligero y a las 11:20 ya estamos en el agua, chequeo preinmersión, revisión del plan, cálculo de tercios y para abajo. Atravesamos toda la línea de caverna, pasando por tres T's donde dejamos cookies y al fondo, montamos un pequeño salto a la derecha hasta la línea de cueva que seguimos por unos diez minutos, casi todo el tiempo al nivel de la haloclina. La roca es lo que llaman pop corn, muy erosionada y llena de agujeros, hasta cierto punto recuerda la del Bajo Fernando, pero más "atormentada" y de un blanco puro. Muy bonita.

Después llegamos a un salto a la izquierda no marcado (para proteger el sitio) donde montamos una flecha y el primario, pues es largo (15-20m.). Al llegar a la linea de cueva hay una restricción que gira en ángulo recto y está en la haloclina por lo que tiene su aquel, aunque no es muy estrecha. En SM se pasa bien. Después se sube por una chimenea ondulante y se llega a una sala enorme llena de espeleotemas de gran tamaño, nuestro objetivo, los Jardines Chinos (Chinesse Gardens). Avanzamos lentamente hasta el fin de línea mirándolo todo con la boca abierta.
Foto: James Scott

El fin de línea, en realidad, es un gap (interrupción) con otra línea que continúa un poco más allá. El gap está puesto para proteger el siguiente tramo, un laminador con estalactitas muy finas, muy virgen y muy frágil, sólo para sidemount. Santiago me propuso seguir (aún no habíamos llegado al tercio) pero yo preferí dar la vuelta por miedo a romper una estalactita, algo muy fácil en un sitio como ese y que aquí está muy, pero que muy mal visto. Damos la vuelta en el minuto 40, con 160 bares.

Aunque la vuelta es más rápida, no se puede dejar de parar de vez en cuando para ver detalles de los Jardines Chinos. Ahora voy yo delante, por lo que no me afecta la turbulencia de la haloclina, y me resulta más fácil pasar por la restricción. Antes de entrar sujeté las botellas a las anillas delanteras del cinturón para mantenerlas más apretadas ahora que son algo más flotonas.

Después de la restricción desmontamos el primario usado para el salto y seguimos por la línea principal hasta el principio, donde la tenemos enlazada con la línea de caverna. Desmontamos y cruzamos la caverna recogiendo las tres cookies al tiempo que disfrutamos de los preciosos juegos de luces que hace la boca del cenote.

Una vez en aguas abiertas cruzamos la laguna y montamos una línea primaria hasta otra línea de cueva que nos llevará, a través de un pequeño salto, a la izquierda, hasta el Jumna Passage, un recorrido circular que se hace en dos inmersiones y del que haremos la mitad. Empezamos con 130 bares y fijamos tercios de 40, así que tenemos 40 para penetrar, lo que nos cundirá una hora.
Salida a aguas abiertas. Foto mía de 2006

Esta zona es mucho más amplia, con una sucesión de salas de gran tamaño de roca blanca con estalactitas y columnas de color ocre, como si las hubieran pegado con SuperGlue. En una zona de fondo arenoso abundan conchas, madréporas y corales fósiles y un poco más allá vemos nadando entre dos aguas una anguila de cueva (ophisternon infernale). Tiene unos 8 o 10 cm. de largo y es ciega y de un color blanco rosado. No se inmuta por nuestra presencia y la observamos cómodamente.

Con la anguila ye hemos visto prácticamente toda la fauna de estas cuevas,  la cochinilla "kamikaze", muy abundante, la gambita, que es bastante frecuente, el pez ciego, mas raro y la anguila, muy poco frecuente.

En esta zona algunas estalactitas son de calcita muy cristalizada y si les acercas el foco se iluminan como esas lámparas de sal del Himalaya.

Por el camino encontramos una flecha a la contra, yo la habría matado, pero Santiago insistió en dejarla tal cual. En fin. A 90 bares damos la vuelta, pasamos la flecha mala, confirmándonos que la dirección de salida es correcta y seguimos hasta desmontar el salto, llegar al primario y subiendo hacer tres minutos a cinco metros, porque a pesar de la poca profundidad, al haber estado tanto tiempo el ordenador marcaba una cierta saturación.

La inmersión fue muy bonita, pero lo que más me gustó es que me sentí muy cómodo con la configuración, gasté muy poco, fui muy relajado y disfruté mucho.
¡¡¡esto funciona!!!


Mañana, el Gran Cenote, espacios más pequeños y mucho detalle, parecido a Nohoch Nah Chich (el del día 18) y adecuado para GoPro, así que con un poco de suerte, de la inmersión de mañana, habrá vídeo...

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