Empieza el día con el ritual acostumbrado, recogida en el hotel a las 9, Tacos el Arbolito y ajustes en la bodega (hoy fijación definitiva del bungie montado ayer, cambio del latiguillo del hinchador por otro más largo y cambio del collarín de la 2ª etapa izda., quitando el bungie sujeto con brida que me rozaba el cuello y poniendo el de silicona de OMS que se suelta). Pasamos por la compresora a recoger las botellas camino del sur, pues Nohoch Nah Chich está a 56 Km. al sur de Playa.
Al llegar encontramos a dos suizos más despistados que la una a los que Santiago da todo tipo de indicaciones y, tras montar las cosas, entre los cuatro bajamos el material pesado hasta el agua con una cuerda y una roldana que hay montada en un arbol, ahorrando un penoso porteo, bajamos nosotros por unas escaleras de madera que hay al otro lado del cenote y a las 12:30 estamos en el agua.
Tras el chequeo preinmersión y una enésima revisión del plan tendemos una linea con el carrete primario a través de la caverna que es amplia y bonita hasta la línea principal de cueva, por la que progresamos un par de minutos para montar un salto hacia la izquierda que nos lleva a la llamada línea Parker que seguiremos durante una hora (o hasta alcanzar el tercio, fijado en 140 bares).
La cueva es muy horizontal, no muy alta (de 3 a 5 metros) y muy ancha, la vista se pierde a ambos lados. El fondo es un sedimento gris del que surgen cientos de estalagmitas blancas, muchas llegan al techo, formando paneles, columnas y otros espeleotemas más complejos. Del techo penden miles de finas estalactitas como agujas que lo cubren completamente. Todo ello de un puro color blanco que resulta espectacular. No sabes a donde mirar. Es como una increíble labor de encaje.
A medio camino encontramos una bifurcación en T, tomamos el hilo de la izquierda y marcamos la salida con una cookie que recogeremos al salir.
En el minuto 61 y aproximadamente a un kilómetro de la salida, sin haber llegado al tercio (el aire cunde mucho, pues la profundidad media es de 4 metros) damos la vuelta, a un ritmo más ligero, siguiendo la máxima de Santiago -La ida es para ver, la vuelta es para salir-, y aunque es imposible no pararse de vez en cuando ante lo espectacular del entorno, en 45 minutos, tras desmontar el salto, estamos de vuelta en el inicio de la línea principal donde dejamos el carrete primario.
Me quedan todavía 115 bares, por lo que recalculamos tercios y emprendemos una progresión de 30 bares por la línea principal que nos darán para otros 45 minutos de ida y vuelta.
Al principio esta cueva parece más sosa, pero pronto se abre, ganando altura y aparecen unos paneles y columnas impresionantes. A la delicadeza de las formaciones se une la grandiosidad y la contundencia. Sin hacer fondo llegamos a los ¡8 metros!, lo más profundo del día.
En una espectacular formación llamada Las Puertas del Cielo damos la vuelta y llegamos al cenote con 75 bares después de 155 minutos (¡Dos horas 35 min.!).
Nunca había hecho una inmersión tan larga ni tan poco profunda (prof. media 4,3 m.)
No hemos hablado nada de lo que haremos mañana, pero seguro que es algo que merece la pena....
jueves, 19 de abril de 2012
Tercer día de Buceo. Cenote Nohoch Nah Chich. 18 Abril 2012
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